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viernes, 15 de julio de 2016

Cuba y Puerto Rico: de un pájaro las dos alas



   La mejor manera de iniciar este blog, es recordar la hermandad histórica que unen a Cuba y Puerto Rico, dos islas antillanas bañadas por el Mar Caribe, herederas de una cultura común, consolidada con la huella del originario indio bravío, el blanco europeo colonizador y el negro esclavo traído por la fuerza para labrar la tierra, y que al final, en amalgama perfecta, dieron paso a nuestros pueblos de hoy, ricos en culturas y tradiciones.
   Cuba y Puerto Rico tienen muchos lazos comunes, que van de la música a la danza, al pensamiento y al ansia de libertad. Ambas islas se fundieron en José Martí y Ramón Emeterio Betances, Eugenio Maria de Hostos y Pablo de la Torriente Brau.
   Por esos caprichos históricos, solo 17 días de diferencia hay entre los principales gritos independentistas de cubanos y puertorriqueños. El 23 de septiembre de 1868 los patriotas boricuas ocupaban el poblado de Lares para dar su grito de independencia, y 17 días después, el 10 de octubre, los cubanos, guiados por Carlos Manuel de Céspedes, emprendían una guerra de Diez Años, por Cuba y también por Puerto Rico.
   Muchos puertorriqueños pelearon con valentía en el campo de batalla cubano, entre ellos el bravo Mayor General boricua Juan Rius Rivera, uno de los principales jefes mambises de las guerras de independencia cubanas.
   En 1892, el Héroe Nacional Cubano, José Martí, fundaba el Partido Revolucionario Cubano que en sus lineamientos, “se constituye para lograr con los esfuerzos reunidos de todos los hombres de buena voluntad, la independencia absoluta de la Isla de Cuba y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico”.
   Al lado del cubano Martí estaría Ramón Emeterio Betances, como delegado de la sección Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano.
   Esa hermandad está sellada en los versos de la gran poetisa boricua Lola Rodríguez de Tió, que amó tanto a su Puerto Rico querido como a Cuba, su segunda patria.
   Autora de la letra del Himno Nacional de Puerto Rico, Lola Rodríguez de Tió dejó para inmortalidad esa frase que todos repetimos con orgullo, cuando aseguramos que “Cuba y Puerto Rico son, de un pájaro las dos alas”, título que adopta este blog, escrito en Cuba, pero con el corazón en la Isla del Encanto.

A CUBA
Dolores Rodríguez de Tió

Cuba, Cuba, a tu ribera
Llego triste y desolada,
¡Al dejar la patria amada
Donde vi la luz primera!
Sacude el ala ligera
La radiante inspiración,
Responde mi corazón
En nobles afectos rico,
¡La hija de Puerto Rico
Lanza al viento su canción!

Mas las nieblas del olvido
No han de empañar los reflejos
Del hogar que miro lejos
¡Tras de los mares perdido!...
Si ausente lloro mi nido,
Otro aquí vengo a formar,
Y ya no podré olvidar
Que el alma llena de anhelo,
Encuentra bajo este cielo
¡Aire y luz para cantar!

¿Cómo no darme calor
La hermosa tierra de Tula,
Donde el horizonte azula
Y da a los campos color?
¿Cómo no encontrar amor,
Para colmar el poeta
Las ansias de su alma inquieta,
Aquí, donde esplende el arte
Y en abundancia reparte
Las tintas de su paleta?

¡Noble pléyade cubana
Que entre sombras centellea!
¡Dulce musa de Zenea,
Flor que se agotó temprana!
Tras de la estela lejana
Mi inspiración adivina,
La figura de Cortina
Que con acento vibrante,
Dice a la patria: ¡adelante!
No te detengas; ¡camina!...
Yo no me siento extranjera:
Bajo este cielo cubano
Cada ser es un hermano
Que en mi corazón impera.
Si el cariño por do quiera
Voy encontrando a mi paso,
¿Puedo imaginar acaso
Que el sol no me dé en ofrenda,
Un rayo de luz que encienda
Los celajes de mi ocaso?

¡Vuestros dioses tutelares
Han de ser también los míos!
Vuestras palmas, vuestros ríos
Repartirán mis cantares...
Culto rindo a estos hogares
Donde ni estorba ni aterra
El duro brazo que cierra
Del hombre los horizontes...
¡Yo cantaré en estos montes
Como cantaba en mi tierra!

Cuba y Puerto Rico son
De un pájaro las dos alas,
Reciben flores o balas
Sobre el mismo corazón...
¡Qué mucho si en la ilusión
Que mil tintes arrebola
Sueña la musa de Lola
Con ferviente fantasía,
¡De esta tierra y de la mía
Hacer una patria sola!

Le basta al ave una rama
Para formar blando lecho;
Bajo su rústico techo
¡Es dichosa porque ama!
Todo el que en amor se inflama
Calma en breve su hondo anhelo;
Y yo plegando mi vuelo,
Como el ave en la enramada,
Canto feliz, Cuba amada,
¡Tu mar, tu campo y tu cielo!

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