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domingo, 17 de julio de 2016

José Martí y Ramón Emeterio Betances: paradigmas de la libertad americana



Por Miguel Fernández Martínez

   Cuando el Héroe Nacional cubano, José Martí, nació en La Habana el 28 de enero de 1853, ya el Padre de la Patria puertorriqueña, Ramón Emeterio Betances, tenía 26 años. Nunca se conocieron personalmente, pero se unieron en la inmortalidad al soñar con la independencia de las Antillas, y de las dos últimas colonias de España en América: Cuba y Puerto Rico.
   A la lucha por la soberanía y la autodeterminación de sus respectivas patrias, Martí y Betances dedicaron todos sus esfuerzos, lo que los convierte en referentes indiscutibles del sueño libertario que todavía sigue soplando sobre la isla boricua, que en pleno siglo XXI continúa siendo una colonia del imperio revuelto y brutal –como calificara Martí- a Estados Unidos.
   “Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber –puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba, que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso”, escribió el pensador y luchador cubano en mayo de 1895, antes de morir en la manigua redentora, bajo la atronadora carga de la soldadesca española.
   Con la misma claridad, 28 años antes, Betances afirmaba en un manifiesto independentista que “cubanos y puertorriqueños, unid vuestros esfuerzos, trabajad de concierto, somos hermanos, somos uno en la desgracia; seamos uno también en la Revolución y la independencia de Cuba y Puerto Rico. Así podremos formar mañana la confederación de las Antillas”.
   De igual manera, y presintiendo la voracidad del imperio del Norte, Betances advirtió: “Yo creo en la independencia futura, próxima de mi país. Ella sola, por acuerdo de las demás Antillas, es capaz de salvarnos del minotauro americano. [...] yo creo en la libertad y en la república; creo en ellas, para mi patria, donde abundan los hombres de inteligencia y los hombres de bien [...] “Creo en nuestro porvenir y en él reservo, como lo he practicado en el pasado, mi amor eterno e inalterable por la libertad de todos [...]
   En 1892, José Martí funda el Partido Revolucionario Cubano, “para lograr con los esfuerzos reunidos de todos los hombres de buena voluntad, la independencia absoluta de la isla de Cuba, y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico”.
   Martí y Betances coincidieron en su ideario, en la necesidad de luchar contra  los rezagos de la esclavitud en el Caribe, a favor de los grupos sociales desposeídos y las clases oprimidas, con cuya participación contaban para su lucha y en dar solución a los problemas sociales, sin desvincularse de los sectores que tenían el privilegio de la cultura, los recursos o medios productivos para los países, destaca el Master en Ciencias José Antonio Bedia, del Centro de Estudios Martianos, radicado en la Habana.
   Las ideas de José Martí y Ramón Emeterio Betances tienen absoluta vigencia en pleno siglo XXI y se reafirma la necesidad de que nuestras islas antillanas sean fuertes, vigorosas, independientes y soberanas.
   Es descabellado ver que todavía Puerto Rico siga siendo colonia, 118 años después de ser ultrajada por la fuerza de la bota invasora gringa, que sige desangrando las riquezas y recursos naturales de la Isla del Encanto, pero sobre todo, cometiendo el horrendo crimen de privarle su derecho a la libertad.
   Martí y Betances siguen vivos, y sus banderas flotan airadas, clamando por días luminosos y libres para la patria antillana.

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